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lunes, 10 de octubre de 2011

Osteoporosis en Argentina

Osteoporosis: más del 60% de las pacientes abandona el tratamiento
Según un estudio argentino realizado en más de 800 mujeres.
Los huesos no duelen, hasta que se rompen. Como la pérdida de masa ósea que caracteriza a la osteoporosis se produce en silencio, muchas mujeres no encuentran razones para seguir el tratamiento que les ha sido indicado por su médico para prevenir posibles fracturas. Incluso algunas de ellas ni siquiera llegan a iniciar ese tratamiento. Eso es lo que revela un estudio realizado por el doctor José Zanchetta, representante de América latina en el Comité Directivo de la Fundación Internacional de la Osteoporosis (IOF, según su sigla en inglés).
Tras estudiar a 820 mujeres argentinas mayores de 50 años, a las que se les había indicado un tratamiento estándar para la osteoporosis (alendronato o raloxifeno), observó que el 14% ni siquiera había comenzado a tomar las drogas. "Entre las pacientes que sí comenzaron el tratamiento, al año sólo el 57% de las que tomaban raloxifeno y el 54% de las que tomaban alendronato seguían tomando las drogas -comentó el doctor Zanchetta-.
Pero a los dos años de comenzado el tratamiento, sólo el 42 y el 37% de las pacientes, respectivamente, no lo había abandonado." Los resultados del estudio local coinciden con investigaciones previas sobre osteoporosis realizadas en otros países, que muestran que alrededor de la mitad de los pacientes abandona el tratamiento al año de haberlo comenzado. "Lo mismo sucede con la mayoría de los tratamientos para las enfermedades crónicas, como la hipertensión o la diabetes", agregó Zanchetta.
En la Argentina, se estima que una de cada tres mujeres mayores de 50 años padece osteoporosis, lo que significa que alrededor de un millón y medio de mujeres está en riesgo de sufrir una fractura ante un traumatismo mínimo.
Y, si de fracturas se trata, un estudio local ha estimado que en la actualidad hay más de 227.000 mujeres con muñecas fracturadas por osteoporosis, y más de 685.000 cuyas vértebras han corrido la misma suerte.
Mundos paralelos "En el mundo ideal, que es el mundo de los ensayos clínicos [que se hacen para evaluar la efectividad de una droga], el 80% de las pacientes que toman las drogas para tratar la osteoporosis se mantiene en tratamiento, que debe durar al menos dos años para ser efectivo -comentó el doctor Zanchetta-.
Para ellas, por ejemplo, las drogas y la atención médica son gratuitas." En el mundo real, las cosas son diferentes: los medicamentos no son gratuitos; tampoco lo es la atención médica y, además, las pacientes a las que se les indica un tratamiento para la osteoporosis habitualmente ya se encuentran tomando fármacos para el control de otras dolencias. "En nuestro estudio, las pacientes tomaban en promedio tres medicamentos para el tratamiento de condiciones como la dislipemia, la hipertensión o la diabetes -contó el especialista, director de la maestría en osteología y metabolismo mineral de la Escuela de Posgrado de la Universidad del Salvador (USAL)-.
No todas quieren agregar un nuevo medicamento a su vida cotidiana." Y no es sólo una cuestión económica. "Aunque el costo del nuevo medicamento que hay que agregar sea cero, si la paciente no ha sido educada sobre la importancia de prevenir y tratar la osteoporosis, hay un 50% de probabilidades de que no adopte este nuevo tratamiento."
Es que, hay que repetirlo, la osteoporosis no duele. "La artrosis, sí, y ese dolor le recuerda a la paciente que debe tomar los medicamentos -apunto el doctor Zanchetta-. Pero eso no sucede con la osteoporosis." En un intento por facilitar la adhesión a los tratamientos, la industria farmacéutica persigue el desarrollo de drogas que requieren pocas pastillas por día, por semana o por mes. Tal es el caso de una nueva formulación de ibandronato recientemente introducida en el país, que sólo requiere que la paciente tome una pastilla al mes.

El 40% de las mujeres de más de 50 años sufre algún tipo de Fractura
Cada 22 minutos, una persona de más de 50 años se fractura la cadera. Y un 35 por ciento de ellas, muere por distintas complicaciones.
En las mujeres de esa edad hay otros riesgos: 4 de cada 10 sufren fracturas en general. Las cifras, divulgadas ayer por la Sociedad Argentina de Osteoporosis, surgen de una estadística nacional: aquí se registran 24.200 de fracturas de cadera por año.
El anuncio fue realizado durante el encuentro "Osteoporosis en Argentina: epidemiología, prevención y nuevos avances terapéuticos", en donde también se oficializó que según un estudio del Hospital Argerich, hay 1.200.000 mujeres afectadas por osteoporosis. "No me sorprenden las cifras. Me parece que cada vez se detectan más casos porque, afortunadamente, las mujeres tienen más en cuenta el controlar el estado de sus huesos.
Entonces consultan y eso queda registrado. No es que ahora haya más osteoporosis que antes", comenta Marta Cortelezzi, bioquímica del comité científico de la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva (SAEGRE). "Lo llamativo son los datos sobre fracturas de cadera y su incidencia en adultos mayores. En eso debería focalizar el sector de salud. América latina, en general, debe concientizarse del envejecimiento de su población y del aumento del riesgo de padecer osteoporosis y fracturas asociadas y de la carga económica que eso representará para los escasos productos existentes", le comentó a Clarín, Luis Fernando Somma, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Osteoporosis (SAO), especialista en reumatología y osteología.
Esa "enfermedad en los huesos" es una dolencia que afecta a la estructura ósea y tiene como particularidad el deterioro de la masa y tejido óseo, situaciones que a su vez provocan fragilidad y aumentan el riesgo de padecer fracturas, en especial en las zonas de vértebras. Cuando se habla de ella se la suele asociar a las mujeres menopáusicas, porque en ellas el riesgo es mayor debido a la edad y sus cambios hormonales. Pero no son las únicas que pueden desarrollarla. "El padecer osteoporosis tiene relación, en parte, con la falta de vitamina D y la escasa exposición al Sol, que favorece su absorción. Por eso se consideran grupo de alto riesgo a quienes viven en países nórdicos (por su prolongado clima invernal) y también a las talibanes, que acostumbran a cubrir gran parte de su cuerpo. Pero también corren peligro las anoréxicas y bulímicas, por sus desórdenes alimentarios.
En nuestro país, son más favorecidas las personas del Norte, que las de Ushuaia, por ejemplo", comenta la bioquímica Cortelezzi. En cuanto a tratamientos, la novedad, también divulgada durante el encuentro, es la utilización de una droga, el ibandronato, que se usa para el tratamiento y prevención de la osteoporosis postmenopáusica.

Calcio, sol y vitamina D
Según la Sociedad Argentina de Osteoporosis, así se puede prevenir la enfermedad:
* La prevención debe empezar en la niñez y adolescencia con una ingesta de 1.000 a 1.500 mg de calcio diarios: 1 litro de leche o 4 yogures o 150 g de queso o su combinación.
* Lograr un buen nivel de vitamina D con una exposición solar diaria.
* Hacer actividad física a diario: gimnasia o simplemente caminar 1 hora por día. Ayuda a fijar el calcio al hueso.
Así, entre los 25 y 30 años, se logra un buen pico de masa ósea, que es el máximo de calcio que el esqueleto va a tener en la vida. En mujeres, en el inicio de la menopausia hay que reforzar el calcio, la vitamina D y los ejercicios. Las mayores de 65, además, deben hacerse una densitometría ósea. Los hombres, después de los 70.

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